En el marco del 130° Aniversario de Garín, el Intendente Ariel Sujarchuk entregó reconocimientos a las familias de 52 vecinos ilustres fallecidos que aportaron sus esfuerzos para el crecimiento de esta ciudad

Fue el viernes 15, en el microestadio de Garín, donde el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, entregó sendos reconocimientos a familiares de 52 vecinos fallecidos que con sus esfuerzos y dedicación enaltecieron y engrandecieron a esta localidad.

Momentos de mucha emoción se vivió en ese espacio, donde el propio mandatario y otras autoridades hicieron entrega en el escenario, en el marco de una cena, de los diplomas enmarcados que mencionan a cada persona homenajeada “… por su valiosa contribución a la historia de nuestro querido pueblo…”.

Estas son asignaturas pendientes, que nos permiten poder agradecer a todos los que de alguna manera hicieron posible con su esfuerzo que Garín sea la ciudad que hoy es. Agradecemos a los pioneros y a cada uno de los vecinos, que a puesto un grano de arena para el crecimiento de este pueblo…” decía Sujarchuk.

Este fue parte de los eventos que durante el presente año se desarrollan en el marco del 130° Aniversario de Garín. Las comisiones, convocadas por el Secretario General Beto Ramil, están coordinadas por Soledad Giménez y la de historia integrada por Diego López, Eduardo Tropeano, Nilda Flores, Flavia Battistiol, Noemí Giménez, Juan Laino y Gabriela Garrone.

Desde este último grupo se desarrollaron, entre otras cosas, un gran encuentro escolar en el Microestadio, donde cada establecimiento expuso sus investigaciones acerca de su propia historia; la presentación del libro “Garín, su historia, su gente, un presente, un futuro”, Se proyectó la colocación de placas históricas en fachadas e instituciones emblemáticas; se realizó la cena de homenajes y queda aún la puesta en escena en el Teatro Seminari de la obra “Garín, el Nacimiento de un pueblo“, el próximo 6 de Octubre.

Amenizaron la velada la cantante Nahime Sosa, el guitarrista Ariel Guzmán y el cantautor Federico Pecchia, quienes se ganaron el aplauso de los alrededor de 400 vecinos presentes.

La velada se extendió emotivamente, ya que el propio intendente alcanzó el micrófono a cada uno de los invitados que quiso decir alguna palabra alusiva, cuya emoción se sumó a la de un video con la figura de cada homenajeado.

A continuación, la lista de los vecinos reconocidos, con la semblanza de cada uno.

Daniel Alvarez

Los más memoriosos lo recuerdan como un importante puntero derecho en el fútbol garinense. Los no tanto, por su icónica pizzería La Farola. Fue un gran jugador de fútbol en la primera de Garín en la época de las ligas regionales y llegó a jugar en la primera de Tigre debutando en un partido contra el Boca Juniors de Rattin. Trabajó en la función pública en distintas intendencias y participó de varias instituciones como la Asociación de Fomento, el Club Sacachispas, pero fue en el Centro Cultural Garín donde más colaboró con la creación del mismo. Hincha fanático de Estudiantes de La Plata, el fútbol fue la pasión de su vida, recuerdos que se alternaban con una de muzza y otra de fainá. Nos referimos a Daniel Plácido Alvarez.

Horacio Biscaldi

Arraigados en Garín desde el siglo XIX, pertenece a una familia muy reconocida y emblemática de nuestra ciudad. Hasta tres alumnos con el mismo apellido, integraron la primera matrícula de la escuela en 1898. El almacén familiar comenzó a funcionar allá por 1906, y tuvo reparto y atención por más de sesenta años. Hacia 1968, este hombre puso su recordado y reconocido bar, donde generaciones de garinenses jugaron naipes, pool y flipper y tomaron un café o una caña. Este permaneció con distintos dueños por más de 40 años, aunque luego en el mismo local, funcionó la biblioteca Juan Bautista Alberdi y también el Centro Cultural Garín, nos referimos claro está a Horacio Biscaldi.

Don Cayetano Bourdet

Se afincó en Garín allá por el comienzo del siglo XX. Eran varios hermanos y primos, pero su persona se asocia a varias instituciones, principalmente como miembro fundador de la Asociación de Fomento, participando como protesorero de la primera comisión en 1921. Emprendedor desde joven, puso un importante almacén de ramos generales, con palenques para dejar atado el caballo y con mostrador, que oficiaba además como una reconocida pulpería.  Tenía caja fuerte y les guardaba los ahorros a los antiguos quinteros. Su comercio se situaba en una antigua casona, ya desaparecida en la intersección del actual Boulevard y la calle que lleva su nombre, nos referimos en este caso a don Cayetano Bourdet

Totocho Bozzano

Participó en cuanta institución se creara en Garín. Impulsor de muchas iniciativas,  ponía el hombro donde se necesitara. Comenzó siendo albañil, luego se dedicó a las perforaciones para extraer agua, pero principalmente se dedicó al movimiento de suelo y a los camiones de larga distancia. Trabajó en las obras de pavimentación de la avenida Belgrano allá por 1954. Amiguero como nadie, ayudó al desarrollo de varias entidades de bien público, como la Asociación de Fomento, el Club Social, el club Sacachispas, dónde jugó frecuentemente a las bochas, pero fueron los bomberos voluntarios de este pueblo, quienes lo vieron como fundador y participante por décadas en sus comisiones. Hablamos claro de Eugenio “Totocho” Bozzano.

Domingo Burzese

Fue unos de los tantos inmigrantes italianos calabreses que se instalaron en nuestra localidad, en este caso en el barrio Los Pinos. También, otro de los tantos floricultores que impulsaron la tan importante economía de Garín a partir de los años cincuenta. Pero su impronta quedó registrada primero, en muchos pacientes que necesitaron traslado urgente a centros de salud, ya que se convirtió en el primer ambulanciero de Garín, conduciendo una vieja pero flamante unidad donada por  Ford Motors Argentina. Luego de esto, fue uno de los primeros taxistas de nuestra querida estación, inconfundible esperando la llegada de los trenes y el traslado de pasajeros. Nos referimos en este caso a Domingo Burzese.

Mateo Churich

De origen Yugoeslavo, su nombre se asocia inmediatamente a los grandes docentes de Garín. En 1921 fue socio de la Asociación de Fomento Unión Garín. Maestro en la antigua Escuela N° 13, también en la Mariano Moreno de Matheu, tuvo una escuela privada en Garín, en la vieja casona de Cayetano Bourdet. Fue director de una escuela de la localidad de Arboledas, por la Sierra de la Ventana. Cuando se jubiló, siguió enseñando catecismo en la parroquia Santa Terersa. Hoy una calle céntrica de Garín, nos recuerda su nombre, nos referimos a don Mateo Churich.

Francisco Ciarliero

La floricultura fue una de las más importantes economías de Garín, cerca de 100 establecimientos produjeron  flor de corte llegando a enviar al mercado, unos 17.000 paquetes de flores por día. Esto en la década del 50/60; pero fue un italiano, que primero se estableció en la capital, y luego se afincó en este pueblo, quién en 1911, estableció, en lo que hoy es el barrio Vedoya, un vivero de producción, convirtiéndose en el primer floricultor de Garín; Este hombre dejó una descendencia de floristas en nuestra localidad. Estamos hablando, claro, de don Francisco Ciarliero.

Osvaldo Cigliutti

Esta familia, es una de las más recordadas en Garín. Llegó desde Italia hacia fines del siglo XIX. Hacia 1914 compraron tierras en lo que hoy es Garín a uno y otro lado de la avenida Patricias Argentinas.  Se convirtieron en matarifes y repartidores de carne. En su descendencia hay aviadores, militares, intendentes, profesionales en diferentes disciplinas y gente aún muy reconocida en nuestro pueblo. Uno de ellos, se convirtió en el primer periodista local, fundando el periódico El Hornero hacia 1957. Investigó en aquella primera historia de Garín y fue activo integrante y colaborador en diversas instituciones, sobre todo en la Asociación de Fomento. Hoy una calle nos recuerda su nombre. Hablamos de Don Osvaldo Cigliutti.

Elena Juarez de Cigliutti

Salteña de origen, vino a vivir a Buenos Aires de muy pequeña. Tuvo una infancia muy pobre, y se casó joven con un garinense muy recordado. Militó en las filas del peronismo, y la propia Eva Duarte de Perón le propuso ser diputada provincial convirtiéndose en la primera legisladora garinense y una de las primeras femeninas. Durante su gestión, logró concretar innumerables obras; entre ellas los primeros pavimentos de Garín, como los del Boulevard y la calle Belgrano. Dueña de una humildad singular supo acompañar a las familias más carenciadas y dio su vida por los más pequeños, ya que fue por más de setenta años, catequista de la parroquia Santa Teresa de Jesús. Nos referimos a Elena Juarez de Cigliutti.

Pedro Oscar Cipollone

Este hombre dejó una huella inalterable, fundidor artístico, el arte fue una pasión que corrió por sus venas. El Belgrano inmortalizado en el bronce, en nuestra plaza central es obra suya. Incontables esculturas que pasaron por sus manos, son admiradas en distintos países del mundo entero. En Escobar es admirable su grupo escultórico del monumento de los ex combatientes. También el Molina Campos de la entrada de El Cazador. Fue autor además de la Juana Azurduy de la casa de gobierno, de la Eva Perón de la localidad de Los Toldos y también del grupo Sui Generis de Mar del Plata. Nos referimos en este caso claro está a Pedro Oscar Cipollone.

Claudio Antonio Criado

El gordo, como le decían, llegó al barrio Cabot hacia el año 1978, con su familia, sin mucho con que empezar pero con una gran cantidad de proyectos e ilusiones, puso la primera despensa en una barriada en la que había solo un puñados de vecinos y algunas fincas rurales. En su negocio se fiaba a la vieja usanza, con la libreta y sin plazos de pago. Pronto su almacén se convirtió en un lugar de reuniones desd gracias a su compromiso con ese sectore donde se impulsó todo tipo de mejoras, como veredas, pavimentos y sobre todo la creación de la Sociedad de Fomento del barrio. Contribuyó con obras y sobre todo ayudando a los que más necesitaban, haciendo realidad aquellos días del niño, llenos de carencias, con grandes ollas de chocolatada. Se trata en este caso de Claudio Antonio Criado.

Valerio Diaz

De familia arraigada en la zona que ahora es Garín, desde finales del siglo XVII, hasta estaba emparentado con Fructuoso, el de la avenida. Uno de varios hijos de familia numerosa, se dedicó en un principio al reparto del pan para la panadería el Centenario. Pero junto a otro hermano, hacia 1934, fundó un espacio, que hoy aún perdura en el tiempo, regenteado en este caso por su hijo Julio, hablamos del Bar El Ideal, en el cual hasta los cincuenta funcionó en los fondos una cancha de bochas para los habitués de ese deporte. También en esa década se instaló allí uno de los primeros televisores, donde los parroquianos solían mirar los grandes partidos de fútbol. Nos referimos claro está a Valerio Diaz, más conocido como Chiflo.

Dr. Horacio Dupuy

Los ascendientes de este médico son de antigua raigambre en nuestro territorio, algunos participaron en las invasiones inglesas y hasta se pusieron a las órdenes de San Martín.  Comenzó a atender en Garín a principios de la década del cincuenta y su humildad y donde gente hacían que se calzara las botas y con una linterna cruzara bañados para atender hasta de noche a sus pacientes. Impulsor de varias instituciones de Garín, entre ellas, el Club Social, de quien fuera primer presidente, del club de Leones, de los Bomberos, de la sala de primeros auxilios del Cri Cri y hasta de la policía. Se ganó con justa honra el mote de el Médico Gaucho y como en otros casos, no solo una calle lo recuerda, sino que también la UDP local lleva su nombre. Nos referimos a ese querido médico, el doctor Horacio Dupuy.

Emma Isidra Arabehety Malbrán de Dupuy

Fue la mujer de un muy reconocido médico garinense. Comenzó en la docencia en San Isidro. Hacia 1956 se mudaron a Garín. En ese entonces fue maestra de la Escuela 5, luego secretaria concursando luego el cargo de directora, ocupando ese puesto desde 1965, en la recientemente creada Escuela 18 que funcionara en la Fomento, y después en el club de Villa Angélica. Realizó incansables gestiones para conseguir el terreno y la construcción del nuevo edificio, que se concretara algunos años después en un predio de ese barrio. Su pasión por la docencia, y su capacidad educativa la convirtieron en una de las maestras icónicas de nuestro pueblo. Hablamos en este caso de Emma Isidra Arabehety Malbrán de Dupuy.

Víctor Frías

Su nombre está asociado con el apodo de El Santiagueño, una plazoleta del barrio Nueva Argentina, lo recuerda gracias a su compromiso con la gente más humilde de ese sector garinense. Organizó todo tipo de eventos, peñas, celebraciones del día del niño, navidades y competencias deportivas, donde los más chicos participaban y eran incluidos en todo tipo de actividades donde se desenvolvían dentro de los buenos hábitos y costumbres. Generoso con los que menos tenían, supo trabajar y gestionar beneficios para los más carentes y para mejorar las condiciones de esa populosa barriada de nuestra localidad. Nos referimos en este caso a un hombre que trabajó denodadamente en pos de la comunidad, Víctor Frías.

Guillermo Galarza

Fue uno de los primeros vecinos del barrio Cabot. Se mudó al lugar hacia 1969, casi junto al loteo de Kanmar. Trabajó denodadamente por el barrio, fomentando la pavimentación de distintas calles, la llegada de la luz eléctrica, el zanjeo, y la entrada del colectivo 505, que unía la estación con la mencionada barriada. Fue socio fundador de la Sociedad de Fomento del barrio Cabot y creo varias juntas vecinales en pos del progreso de ese alejado pero reconocido barrio garinense. Colaborador de todas las obras barriales, hasta prestaba sus propias herramientas para el trabajo cotidiano. También fue trabajador municipal en la delegación de Garín. En este caso vamos a destacar a don Guillermo Arturo Galarza.

Alberto Gamarra

Fue Consejero Escolar por la Unión Cívica Radical, y su nombre se asocia a los de muy arraigados en esta localidad. Fue periodista, fundador del periódico El Mensajero, El Mensajero del Norte, luego de Garín Hoy;  primer director de la radio  Santa María de Matheu, conductor también del programa El Mensajero Docente; y participó también de varias entidades intermedias como la Cámara de  Comercio de Garín y la Biblioteca Juan Bautista Alberdi.  En este caso recordamos a Alberto Ernesto Gamarra.

Eduardo García Carmona

Hombre de instituciones, llegó con su familia de España, desde muy pequeño. Muy reconocido en Garín por distintas actividades comerciales, pero también por su participación en diversas entidades de bien público. Comenzó repartiendo kerosene con su hermano, y terminó desarrollando varias estaciones de servicio acá y en Entre Ríos, pasando por gomerías, casas de repuesto, supermercados, atmosféricos y muchas otras actividades;  fue miembro activo del Club Social y Deportivo Garín, impulsor de la fiesta de las Raíces Provincianas, participó en la comisión de bomberos y de la Cámara de Comercio de nuestra ciudad. Nos estamos refiriendo a Eduardo García Carmona.

Jorge Gimenez

¿Quién no lo conocía? Fue descendiente de una familia arraigada en Garín allá por 1870; emparentados con los Beliera, se afincaron en una chacra cercana al arroyo, por lo que hoy es el Cri-Cri. Luego sus abuelos fueron encargados de la estancia de don Benito Villanueva, en Ingeniero Maschwitz. Él fue de profesión electricista, pero estudió actuación con grandes de la escena nacional, como Agustín Alezzo y luego Alicia Zanca. Actuó en el festival Interamericano de Teatro en 2019, se presentó con varias obras en la calle Corrientes  y tuvo participación en varios roles en distintas series de televisión. Siempre apoyó a las instituciones garinenses, y su bohemia lo llevaron a interminables encuentros con amigos. Nos referimos a Jorge Gimenez.

Roberto Gutierrez

Don Roberto,como se lo conocía, fue un profundo amante de nuestra localidad, trabajando denodadamente para diversas instituciones; logró junto a otros miembros, la construcción de la pileta de natación en el Club Social y deportivo de Garín, consiguió cerámica y su colocación para asociaciones civiles, para los bomberos y para su obra más amada; la Parroquia Jesús Misericordioso, la cual levantó desde sus cimientos sin dinero y contra todos los pronósticos. Fundó su propio partido político y desde el mismo contribuyó con diversas mejoras para su barrio Cabot,entre ellos y principalmente con el entubamiento del arroyo que atraviesa esa barriada que tanto perjucio traía los días de lluvia. Nos referimos en este caso a Roberto Gutierrez.

Dominga Hegoburu de Vignolo

Venían de los países Vascos Franceses, eran cinco hermanos que se afincaron en Garín en la primera mitad el siglo XX, se ubicaron por la zona de las actuales Santiago del Estero y la Panamericana, dónde se dedicaron a la producción lechera.  Uno de ellos Arnaldo, tuvo tres hijos, una de los cuales, fue una maestra muy recordada, por su gran empeño, por su rectitud y por su aplicación en la enseñanza. Casada con uno de los primeros rematadores locales, fue un verdadero ejemplo y su impronta quedó marcada en varias generaciones, sobre todo como la vice directora de la Escuela 5. Una placita en el Boulevard lleva su nombre y cariñosamente se la conocía como “Dominguita”. Nos referimos a Dominga Hegoburu de Vignolo.

Antonieta Impusino

Entre los inmigrantes italianos, muchos fueron los que se dedicaron a la floricultura, tal es el caso de esta mujer y su familia que un día se afincaron en Garín allá por los años cincuenta. Enseguida empezó a incursionar en las distintas entidades que agrupaban a sus coterráneos tanto en la ciudad de Buenos Aires cómo en los alrededores, tanto fue su pasión que trabajó y se esforzó en fundar, junto a otros la Asociación Italiana de Garín. Logró ver plasmado en un libro, su prosa y sus poemas y su gran pasión fue la cocina, sobre todo la de su tierra natal, al punto tal que las grandes cocineras de la televisión solían pedirle algunas de sus recetas. Hablamos en este caso de la recordada Antonietta Impusino, la Tota.

Ramón Lacanal

Llegó a Garín hacia 1960 contratado por el Ministerio de Educación para construir el edificio de la Escuela 10 en el barrio Garín Oeste, constituyéndose este establecimiento educativo en el segundo de esta localidad. Aquí formó su familia y no se fue nunca más. Formó parte de la comisión de la Unión Vecinal de esa barriada, desde donde se lograron varias obras que hicieron al desarrollo para ese sector garinense; también hacia 1978, fue fundador y primer presidente del reconocido Club de Caza y Pesca Garín Delta. Siempre dispuesto a dar todo de sí en pos de quién más lo necesitara, su legado quedó en manos de su hija Verónica, quién continúa con sus obras de bien. Nos referimos en este caso a Ramón Lacanal.

Armando Lavagnino

De origen uruguayo, comenzó siendo mecánico en reparaciones de máquinas de coser, con el tiempo, se convirtió en empresario y hasta llegó a ser presidente de la Cámara Argentina de Máquinas de coser. Hacia 1946, se afincó en Garín en un predio de seis hectáreas y luchó denodadamente por el crecimiento de su barrio, al punto tal de  gestionar donar el solar y las instalaciones para la que fuera la futura escuela. Se empeñó en ver creado ese establecimiento, que comenzó a funcionar en 1965. Su nombre, inmediatamente se lo vincula como no podría ser de otra manera, con el barrio La Madrugada y obviamente con el nacimiento de la Escuela N° 19. También, una calle garinense, lleva su nombre; hablamos en esta ocasión de don Armando Lavagnino.

María Teresa López

De familia antiguamente arraigada en Garín, como muchos, emparentada con los Beliera, que se instalaron a mediados del siglo XVIII, y de quinteros floricultores, que empujaron la economía garinense desde la primera mitad del siglo XX. Ella trabajadora incansable junto a sus padres, vendía los tomates a los italianos del barrio Los Pinos que hacían las botellas de salsa con ellos. Pero la huella que ha dejado en nuestra ciudad está relacionada con su profesión, la docencia, dejando su impronta de enseñanzas y valores en generaciones que concurrieron a las escuelas 5, la 19 y la 10. Es muy recordada entre los docentes y alumnos. Nos referimos a María Teresa López de Yoshida. Teresita!!!.

Hugo Mancilla

Era muy conocido en el barrio 24 de Febrero como El Chango. Muy estimado por su culto al folklore y al humorismo, hasta representó al partido de Escobar en el Festival de Cosquín allá por el año 1980. Supo de traslados de urgencia de muchos pacientes, ya que hacia el año 1990 se incorporó como chofer de ambulancia  en el centro de salud que hoy lleva el nombre de Selles.  Amenizaba cualquier festival que se hiciera en beneficio de las instituciones locales o sobretodo con fines altruistas, ya que la solidaridad fue su principal atributo.  Los vecinos pasaban horas disfrutando y riendo cuando el Chango pisaba un escenario. Nos estamos refiriendo en este caso a Hugo Mancilla.

Hugo Rubén Marcos

Lo conocían como El Gallego y su figura se relaciona con el Crí – Crí y toda su gente. El Pampero fue su comercio durante muchos años, pasando por Sodería, Corralón, Almacén, terminando con un bar donde los parroquianos,  caña o café de por medio, mataban la tarde y la noche en las mesas de truco o de mus. Pincha rata de corazón, empedernido jugador de bochas y su apellido es todo una institución y se lo relaciona con el crecimiento y el desarrollo del barrio Garín Oeste, quién junto a su hermano participó en el trabajo e impulso de la escuela 10 y de la sociedad de fomento de esa populosa barriada. Nos referimos en este caso, a Hugo Rubén Marcos.

Ana María Márquez de Ladieux

Fue una docente muy recordada en Garín, desde los años  20, se desempeñó por más de  dos décadas como maestra de grado y directora de la única escuela de esta localidad. Allí en la escuela 13, creó la primera Asociación Cooperadora, y sobre todo es muy recordada por la creación de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi, el 9 de julio de 1929, institución que hoy sigue más vigente que nunca. Luchó incansablemente por la construcción del nuevo edificio, hecho plasmado, apenas ella se jubilara, en 1949, establecimiento convertido en la Escuela N° 5, que se levanta frente a la plaza local.  Hoy, la Escuela 24 del barrio Cabot, lleva su nombre, nos referimos ahora a la maestra, Ana María Márquez de Ladieux.

Manuel Martín

Este hombre es instantáneamente relacionado con el barrio Los Tulipanes. Luchó denodadamente para el progreso de este populoso sector garinense, que se levanta por detrás del cementerio local. Buscó recursos donde pudo y gestionó más que nada la llegada de diversas instituciones que le dieron a ese vecindario el progreso y desarrollo que todos esperaban. No descansó hasta ver plasmada la Escuela 27, donde tantos alumnos terminaron la primaria. Impulsó la Junta Vecinal, desde donde se realizaron cuantiosos logros, fue parte de la concreción del gran tinglado del polideportivo de esa barriada y logró la instalación del jardín de infantes 911 que hoy lleva su nombre. Nos referimos a Manuel Martín.

Andrea Morales

Cuando Hablamos de maestros, sobre todo la de aquellos que nos producen gratos recuerdos, las palabras cobran especial emoción. La docencia es una de las profesiones más importantes, si es que las hay.  Más aún cuando el maestro nos deja a edad temprana. Ella, garinense por adopción, dejó su enseñanza en alumnos del nivel privado como en el público. Trabajadora incansable, desarrollaba su actividad en tres turnos. Fue docente de varios establecimientos locales, entre ellos la Escuela primaria 30, y por años en la 24 del barrio Cabot, terminando  como directora de la Secundaria de ese mismo colegio. Toda la comunidad de ese barrio guarda emotivas evocaciones de esta maestra, nos referimos a Andrea Faviana Morales.

Angel Naranjo

Esta familia se instaló en Garín ni bien comenzado el siglo XX. Se dedicó como muchos a la producción lechera, una de las más importantes economías de esta localidad hasta los años cincuenta. Comenzaron con tierras arrendadas por la zona del barrio Cabot, con un puñado de vacas Holando Argentinas que con el tiempo se convirtió en un importante plantel de bovinos, que los llevó a arrendar una segunda parcela por la zona del barrio La Madrugada. Don Martín y Rosalía tuvieron diez hijos, y casi todos se dedicaron al tambo, a ordeñar las vacas, al traslado de los tarros lecheros y a la venta de lo producido.  Muchas familias de nuestra localidad, fueron tamberos. En este caso vamos a recordar a uno de ellos, nos referimos a don Angel Naranjo.

Daniel Ordoñez

Conocido como El Indio, llegó al barrio 24 de Febrero hacia 1985. Siempre dispuesto a dar una mano y ayudar a quien más lo necesitara, fundó en esa barriada la primera parada de taxi, que aún sigue vigente. Trabajó por años en el Automóvil Club, pero su vida fue el auto con el que llegaba a trasladar a un vecino carenciado sin cobrar. Hoy sus hijos continúan con ese legado. Nos referimos a Daniel Ordoñez. 

Hugo Pecchia

Fue telegrafista, llegó a Garín allá por el 74, desde su Uribelarrea natal y se hizo cargo de la jefatura del Correo que funcionaba en la calle Ayacucho. En su pueblo fue rotario y aquí fue miembro fundador del Rotary Club ocupando también la presidencia de esa entidad. Participó también en el Club Social y Deportivo, donde junto a otros integrantes y después de grandes esfuerzos, lograron la construcción de la pileta de natación y la instauración de colonias de verano. También supo ser parte de la  Asociación de Fomento y junto a su hermano Osvaldo comenzó una vida comercial, primero con un corralón de materiales y luego, junto a su hijo Carlos, en los 80 inauguró la reconocida inmobiliaria. Nos referimos a Hugo Pecchia.

Ernesto Poggi

Muchos lo recuerdan estirando la masa madre, entre felipes y medias lunas, alimentando el horno de leña de donde sale el pan nuestro de cada día, en esa panadería, que funciona por más de seis décadas. Fue hombre de instituciones, y miembro fundador de varias. Entre ellas, del Rotary Club local, de la Asociación Italiana de Garín, del Club de Caza y Pesca, de las que fue en varios períodos presidente, lo mismo que de la Asociación de Fomento Unión Garín y de tantas otras entidades garinenses. Su pasión por la pesca lo llevó a practicar ese deporte, sobretodo en la provincia de Corrientes. Su nombre está automáticamente asociado a la tradicional y reconocida panadería Santa Teresita. Nos referimos claro está a don Ernesto Poggi.

Francisco Quinteiros

Ingresó como oficial en la Armada Argentina, dedicándose luego, más que nada a la función pública, fue delegado de Garín en tres oportunidades. Primero, mientras esta localidad pertenecía a Pilar, haciendo perfilados  y mantenimiento en la vía pública. En su segunda gestión, logró la concreción del cementerio y de la comisaría y en la tercera se pavimentó la avenida Fructuoso Díaz, una de los pocos pavimentos en ese entonces. Ocupó bancas de concejal y participó  como muchos otros en el desarrollo de varias instituciones públicas garinenses, como la Asociación de Fomento, el Club Social y el Club Sacachispas.  Se trata en este caso de don Francisco Quinteiros.

Dr. Luis Resio

El nombre de este médico es uno de los más recordados de Garín. Proviene de una familia arraigada allá por 1889, antes que la estación del ferrocarril. Fue un gran investigador científico.  Aficionado a la pesca y a la botánica, impuso la costumbre de tomar  mate amargo en el hospital Pirovano. Fue miembro fundador y primer presidente de la Asociación de Fomento Unión Garín allá por 1921; creador de la primera sala de primeros auxilios y gran impulsor del fútbol local, de hecho fue él quien viajó a Buenos Aires para comprar las primeras camisetas para el equipo garinense.  Entre la descendencia de este apellido se cuentan varios médicos y un centro de salud local nos recuerda su nombre. Nos referimos en este caso al doctor Luis Resio (Padre).

Don Pablo Lamberti

Trabajó en el canal de Panamá y bajó hacia el sur comprando tierras primero en Benavidez y luego en Garín. Fue un gran impulsor del desarrollo local. Impulsó la construcción de la estación, ya que era solo un apeadero; donó el predio de La Fomento, logró poner el primer dispensario, gestionó la primera escuela, instaló la primera panadería, donó el terreno para el cementerio; luchó para que se hicieran los primeros carnavales, fue un incansable benefactor  que no tuvo límites a la hora de contribuir con el crecimiento de nuestro pueblo. Junto al doctor Resio, su yerno, plantaron los primeros árboles en la plaza Colón (ahora plaza Belgrano) y como en otros casos una calle lleva su nombre, nos referimos a Don Pablo Modesto Lamberti.

Irma Nieves Pulido Beliera

De familia arraigada desde principio del siglo XX, y por la otra parte desde mediados del siglo XVIII, nació en la recordada estancia El Descanso, hoy ocupada por la Escuela 19, supo de pobreza y soledades. Terminó la primaria en la vieja escuela de la cortada Dupuy, y estudió Corte y Confección, tarea que desarrolló, no sin escollos, para poder criar a sus seis hijos. Formó parte de una vasta familia, donde hay docentes y profesionales. Dueña de una increíble humildad, supo ayudar a quien lo necesitara en su vecindario. Once nietos, catorce bisnietos y cuatro de sus hijos, dan testimonio de su don de gente. En honor a un sobrino, un barrio garinense lleva su apellido.  Nos referimos a Irma Nieves Pulido Beliera.

Don Juan Riedel

De su matrimonio con Ana Frank, nacieron trece hijos. Ambos eran descendientes de Alemanes del Volga que emigraron a las distintas colonias entrerrianas donde se dedicaron a las tareas del campo. El se instaló con su familia en Garín hacia 1956, procedente de Santa Anita en Entre Ríos. Aquí se dedicó a fabricar sillas de mimbre o de junco, y de su numerosa prole, hoy son muy reconocidos por cientos, sus descendientes en nuestra zona.  Emparentados a muchos otros apellidos de la misma procedencia como los Asselborn, Burgart, Bach, Fuchs, Dalinger, Geerneck, Hirschfeld, Kranevitter, Klein, Kerbs, Benz, Schafer, Schefer, Schneider, Schoenfeld, Penz, Perenz, Schwindt, Schroeder, Spen, Speingler, Unrein, Weber, Wetzel, Widerhold, World, Wusener, Schifelben, entre otros. Nos referimos don Juan Riedel.

Arslan Sayour

Llegó con su familia a Garín allá por 1953. Vinieron junto a su familia, desde el Líbano e integró uno de los tantos sirio libaneses que poblaron nuestro pueblo.  Primero se afincaron en Villa Angélica, luego compraron una casa en Churich y Lamberti, donde funcionó la recordada tienda La Libanesa. Iba hasta las quintas con un sulki a vender ropa. Con el tiempo fue distribuidor de la empresa Quilmes, integrante del consejo asesor del Banco Integrado Departamental, y miembro activo de la Asociación de Fomento, del Rotary Club, de los Bomberos Voluntarios, de la Cooperadora Policial, del Club  Sacachispas y de otras instituciones. Hablamos en este caso de Arslan Sayour.

Manuel Shinji

La Floricultura tuvo también en Garín, como en Escobar, productores japoneses y descendientes. Varios de esa colectividad fueron viveristas, y algunos especializados en un tipo de planta. En este caso, en la producción de helechos. Nació en nuestro país un 20 de Junio, y a sus padres que no conocían el idioma, le aconsejaron ponerle Manuel (por Belgrano). Fue futbolista, estudió odontología, pero su pasión, lo llevaron a producir estas plantas que fueron orgullo garinense. Trabajó denodadamente para la comunidad, y fue uno de los miembros fundadores del Rotary Club local, cuyo salón lleva su nombre. Uno de sus hijos, Pablo, es un destacado actor y director de teatro, nos estamos refiriendo  al recordado Manuel Shinji.

Hugo Sirio

Este querido vecino, es recordado por su variada actividad, pero sobre todo por haber pasado por casi todas las instituciones garinenses. Dibujante proyectista y de desarrollo de superficies, trabajó en varias empresas, entre ellas en Ford Motors, en Imap, y sobre todo fue profesor de la Escuela Media 1.  Paralelamente muy recordado por su video club. Fue miembro y fundador de varias instituciones, entre ellas, los Bomberos Voluntarios, el Club de Leones, de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi, del Club de Caza y Pesca, de la Cámara de Comercio e Industria, de Cooperadoras escolares Y DE LA Sala Luis Resio, y de otras tantas instituciones. Su apellido es uno de los más arraigados en Garín. Nos referimos a Hugo Sirio.

Susana Sombra

Mujer de gente arraigada en Garín, trabajó denodadamente por el progreso de esta localidad. Participó de varias entidades, entre ellas, en la Asociación de Fomento Unión Garín; de la Sociedad de Fomento del barrio Los Pinos, e inclusive de la comisión de los bomberos voluntarios locales. Bregó por el crecimiento de su querido barrio. Hizo realidad el sueño de muchos niños de sectores humildes, generando un gran asombro en ellos, al llevarlos  a conocer las sierras y diversos parques de diversiones.  Fue electa concejal por la Unión Cívica Radical, y fue la primera mujer por esa fuerza en ocupar una banca, que lo hizo entre 1993 y 1997, se trata en este caso de la muy recordada Susana Sombra.

Jorge Sosa

Este médico es muy recordado en nuestro pueblo, sobre todo por el altruismo y por atender a sus pacientes a la hora que fuera. Si bien fue clínico, tuvo una fuerte incursión en la traumatología, director y primer facultativo de la sala de primeros auxilios del barrio Garín Oeste; trabajó entre otros en el hospital Erill de Escobar, en el hospital de Tigre, en el dispensario de Dique Luján, fue socio de la Clínica Privada Escobar y atendía en su consultorio de la calle Belgrano y finalmente en su propia casa. Jugaba pelota paleta y era muy bueno en el ping pong. Su hobbie fue la pesca de la trucha, a tal grado que se afincó en Bariloche donde disfrutó del resto de su vida. Estamos hablando del doctor Jorge Sosa.

Fernando Sulling

De origen Irlandés, prestó servicio en dependencias policiales de la zona de Vicente López. Con el tiempo, logró comprar un terreno en Matheu, dónde pudo construir su vivienda y en su propia casa, funcionó un pequeño destacamento, donde el propio agente se encargaba de trámites y diligencias menores. El 30 de julio de 1970, un compañero suyo, que era custodia en el banco Provincia de Garín, se había enfermado y lo llamaron a él para ejercer un reemplazo. “Unos pesitos más le dijo a su mujer”. Ese día un grupo comando realizó el copamiento de toda la localidad, y este guardia cayó muerto por un disparo. Esa misma calle donde ocurrió el hecho, lo recuerda con su nombre, Se trata claro está del Cabo post morten Fernando Sulling.

Celina Tacchella de Gandulfo

Los maestros en Garín, marcaron una época y supieron forjar el conocimiento y la identidad en decenas de generaciones. Ella es muy recordada tanto en la Escuela 5 como en la 18 de Villa Angélica. De familia arraigada en Garín desde 1954, comenzó en ese año como maestra de grado, luego como directora suplente, pasando después a ser secretaria del principal establecimiento educativo garinense.  Su intachable desempeño la llevaron a ocupar el mismo cargo en la Escuela 18, desde 1972 hasta el año de su jubilación. Cumplió las bodas  de plata ocupando diferentes cargos en la docencia, y dejó descendencia de reconocidos maestros locales.  Siempre mostrando una sonrisa se supo ganar el aprecio de todos sus pares y de nuestra comunidad. Nos estamos refiriendo a Celina Tacchella de Gandulfo.

Dr. Jorge Testa

Este médico se instaló en Garín casi por casualidad. Puso el primer consultorio estable para atender pacientes allá por 1940. Era un profesional recién recibido, y el señor De Castro, tenía la intimación de la autoridad sanitaria de cerrar su farmacia, por falta de un facultativo estable que extendiera recetas. Por esto, el farmacéutico, lo invitó a que atendiera en este pueblo. Paralelamente atendía en el Hospital Italiano e hizo la carrera militar en la Fuerza Aérea, terminando como Director del Hospital Aeronáutico. Aquí atendió todo tipo de dolencias a vecinos, no solo de Garín sino de todos los pueblos de los alrededores. En este caso también dejó descendencia en la medicina y como en otros ejemplos, una calle nos recuerda su nombre. Nos referimos al Dr. Jorge Testa.

Don Enrique Torasso

Llegó al país desde Italia, junto a su mujer hacia 1912. Dos años después se instalaron en Garín. Trabajó primero en una industria metalúrgica en Buenos Aires, pero hacia 1930, abrió la primera ferretería de nuestro pueblo, la que aún hoy funciona, regenteada por un nieto. Se dedicó junto a algunos de sus hijos a la perforación para obtener agua, siendo de los primeros perforistas e instalador de molinos de viento.  De carácter muy alegre, fue  uno de los encargados de recolectar los faroles de los tamberos para poder iluminar los bailes de carnaval del salón de la Asociación de Fomento.  Se trata en este caso de don Enrique Torasso.

Adelina Torres de Gravaglia

Ella fue de antepasados muy arraigados en nuestro pueblo, estuvo emparentada con integrantes de la misma familia Garín y su origen tiene que ver con una vieja casona en la zona de Vedoya, que según se dijo era una posta. Su trabajo relacionado con la salud, la hacen muy recordada, ella fue, junto a otras, una de las primeras enfermeras garinenses; también pedicura. Fue una de las primeras auxiliares de la sala Resio, y dejó una descendencia de trabajadoras y profesionales de la salud. Queremos en su persona, en este caso homenajear a todas las abnegadas enfermeras de nuestro pueblo, que no tuvieron descanso en su trabajo para aliviar las dolencias de los vecinos, nos referimos a Adelina Torres de Gravaglia.

Reciben este reconocimiento, su hija y varios de sus familiares.

Miguel Tropeano

También floricultor e inmigrante italiano, pero en este caso, se lo reconoce por ser una persona muy altruista, participó con equipos en cuanto campeonato de babi fútbol se organizara en Garín, en las décadas del 60 y 70. Promovía la participación de niños en los campeonatos evita, iba en su bicicleta a buscar a cada uno de los jugadores a los barrios, aún a los más alejados. No dudaba en comprar zapatillas  e indumentaria a los participantes más carenciados y nunca faltaba la coca y el chori al final de cada encuentro. Nos referimos en este caso a don Miguel Tropeano.

Alfredo Vázquez

El agua fue el recurso más importante para el desarrollo de Garín. Desde un principio, fue el arroyo la fuente para obtener ese importante fluido y obviamente, los establecimientos comenzaron a instalar sus primeros molinos de viento. Este hombre nació en Garín allá por 1918. Primero se dedicó a la mecánica, pero fueron las perforaciones de agua, la instalación de los primeros molinos y de los primeros motores de explosión y lógicamente de las recordadas bombas de agua, los que hicieron que se tratara de una persona que dio gran impulso a esta localidad. Aún hoy, sus descendientes conducen la firma más acreditada en insumos para el agua. Estamos recordando en este caso a don Alfredo Vázquez.

Helena Zarewsky

De origen Ruso, con su familia vivió escapando de las  interminables guerras de aquella convulsionada Europa. Sus 15 años, la sorprendieron en un sótano en la vieja Crimea. Estudió medicina en la antigua Yugoeslavia, y emigró con su marido a la Argentina, comenzando a atender en una pequeña localidad de la península de La Pampa.  Hacia mediados de la década del 50 hizo la reválida de su carrera en la Universidad de La Plata y se mudaron a Garín donde instaló su consultorio,  iba a atender a sus pacientes en Sulki y en su propia casa, nacieron numerosos vecinos garinenses. Como en otros casos, dejó una descendencia de médicos. Sin duda es muy recordada por toda esta comunidad. Se trata nada más ni nada menos, que de la doctora Helena Zarewsky.

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