Absorta quedó la comunidad de Garín ante el fallecimiento de Plácido Daniel Alvarez, un vecino icónico, muy querido y recordado en esta ciudad. Fue jugador de fútbol, llegó a jugar en la primera de Tigre nada menos que contra Boca Juniors, convirtiendo un gol, es muy recordado por sus fugazzetas y fainás en su emblemática Farola y también por el paso en la política, habiendo ocupado el cargo de Secretario de Obras Públicas del municipio. Pero además fue un luchador constante para mantener vivas las instituciones locales, siendo uno de los precursores y fundadores del Centro Cultural Garín.
A modo de homenaje, aquí va la historia futbolística de Daniel Alvarez un vecino que siempre será recordado.
DANIEL ALVAREZ UN BALUARTE EN LA CANCHA DE ONCE
Daniel Álvarez, conocido por haber actuado en varias instituciones, por haber ocupado cargos en la comuna y sobre todo por sus fugazzetas y fainás en la emblemática Farola, su tradicional pizzería, comenzó jugando al fútbol allá por 1948 en una cancha que armaron en un potrero prestado por Mariano Biscaldi en las hoy Padre Perna y Alvear, donde cuenta que los postes para los arcos los trajeron «de noche» y sin que nadie se entere, desde un remate armado en Benavidez.Así, Mario Fasano, Horacio Biscaldi, Alfredo Añasco, Juan José Chaves, Daniel Alvarez, Luis Sualdías, Carlos Pianesi, Antonio Riera, Manuel Pianesi, Pedro Castellano y Alejandro Chiavetto, formaron el primer equipo que tenían por encarnados adversarios al conjunto del Cri- cri. Pero el fútbol viene de mucho antes en Garín. A principios del siglo veinte entre las chacras pero sobre todo con la instalación de los primeros hornos de ladrillos comenzaron las rivalidades con la formación de los primeros equipos de fútbol que se disputaban en los potreros de los mismos patrones.En 1908, Luis Resio, en ese tiempo estudiante de medicina, formó el primer equipo de fútbol garinense para enfrentar a equipos de otras localidades. Compró un juego de camisetas verdes en la tienda Gath y Chaves de Buenos Aires y enfrentó varias veces al club Independiente de Escobar, con diversos resultados.No fue hasta 1921 con la fundación de la Asociación de Fomento en que este deporte se institucionalizó y comenzó a participar en diferentes ligas independientes hasta que en 1945 Garín logró integrar la liga de fútbol pilarense federada en la AFA. Para ese entonces, «la fomento» tenía una cancha de once en la manzana delimitada por las hoy calles Sulling, Churich, Lamberti y Belgrano, frente al almacén de Biscaldi. En ese entonces, en esa parcela, solo había algunas casas sobre Sulling. Hacia 1946, precisamente para una fecha patria, el equipo de Garín enfrentó en un amistoso a la primera división del club Huracán. El arquero de la liga local era Héctor Di Batista y fue tan brillante su actuación que la institución de Parque Patricios decidió comprar su pase en tres cientos pesos nacionales de esa época.
Con ese dinero como parte de pago, «la fomento» compró a don Ignacio Zabala, la manzana donde posteriormente se realizó la verdadera cancha de Garín. Es la ubicada frente al supermercado Coto, donde hoy el municipio administra el anexo del polideportivo.En aquella época el equipo de fútbol formaba con Héctor Di Batista, Luis Constanzo, Marcelino Lanfranchi, Rodolfo Garelli, Domingo Biscaldi, Carlos Díaz, Luis López, Santiago López, Luis Acosta, Pedro Di Batista y «el turco» Mussi (de Los Cardales). Hacia 1953, Daniel Alvarez debuta en la primera de Garín en un partido contra Los Cardales. Después de jugar para la Fomento, hacia 1954 integró las divisiones inferiores de Tigre, ascendiendo gradualmente hasta que durante la Copa del Mundo de Suecia de 1958, la AFA organizó un campeonato local denominado Copa Suecia. En la tercera fecha se enfrentaban Tigre y Boca Juniors y el garinense Álvarez, que había ido a la cancha para jugar en la reserva, fue notificado en ese mismo momento que jugaba su primer partido en la primera de Tigre contra Boca, en el que ya jugaba Ubaldo Rattín. El partido terminó cero a cero, pero Daniel metió un gol que fue anulado por posición fuera de juego. El segundo partido fue contra Central Córdoba, ganado por Tigre cuatro a dos y luego contra Huracán con empate cero a cero Ese año Tigre se fue al descenso, pero dirigentes ecuatorianos buscando un puntero derecho le ofrecen a Daniel Álvarez jugar en el club Liga Deportiva Universitaria. No lo dudó. Pidió el pase en blanco y quedó desafectado de Tigre. Su padre tenía un problema de salud y debía ser operado. Horas antes de firmar con los ecuatorianos, Plácido María Álvarez le dijo «Vaya tranquilo m´hijo lo suyo es el fútbol, pero quizá ya no me vuelva a ver en este mundo». La frase fue lapidaria y eso hizo que Daniel Álvarez no firmara contrato con lo que terminó su carrera profesional. Si bien siguió jugando en equipos menores y en ligas independientes, luego de alguna lesión importante, el hombre se dedicó a formar equipos para torneos como los campeonatos Evita y otros y finalmente luego de trabajar primero en el ferrocarril, después en Ford y en Alba dedicó su vida a la gastronomía, al Centro Cultural Garín y un poco a la política. Desde merlo, San Luis, contaba a sus hijos y sus nietos su paso por el fútbol de Garín y luego por el profesional y su primer gol en primera contra Boca Juniors, que fue anulado por Off Side, aunque él, lo discute y agrega: «Si hubiese estado el VAR, no me lo habrían anulado». En la foto lo vemos en la histórica cancha de Garín. El 8 de marzo Daniel Alvarez se convirtió en una verdadera leyenda garinense.