El fútbol
Que el fútbol es pasión de multitudes es más que sabido. En Garín no fue menos y desde el inicio mismo del pueblo ya había equipos, rivalidades, referencias dignas de ser conocidas y decenas de anécdotas.A principios del siglo veinte entre las chacras pero sobre todo con la instalación de los primeros hornos de ladrillos comenzaron las rivalidades con la formación de los primeros equipos de fútbol que se disputaban en los potreros de los mismos patrones.En 1908, Luis Resio, en ese tiempo estudiante de medicina, formó el primer equipo de fútbol garinense para enfrentar a equipos de otras localidades. Compró un juego de camisetas verdes en la tienda Gath y Chaves de Buenos Aires y enfrentó varias veces al club Independiente de Escobar, con diversos resultados.En 1909 Luis María Cafferata funda el Club Social y Atlético Garín, entidad dedicada exclusivamente al fútbol. Esta dejó de funcionar hacia 1921 en que se funda el Club Sportivo Unión Garín, siendo su primer presidente don Emilio Cafferata, también desde este espacio se promovió el deporte, sobretodo el fútbol.Pero no fue hasta el 15 de octubre de 1921 con la fundación de la Asociación de Fomento por parte de Luis Resio, en que este deporte se institucionalizó y comenzó a participar en diferentes ligas independientes hasta que en 1945 Garín logró integrar la liga de fútbol pilarense federada en la AFA. Para ese entonces, “la fomento” tenía una cancha de once en la manzana delimitada por las hoy calles Sulling, Churich, Lamberti y Belgrano, frente al almacén de Biscaldi. En ese entonces, en esa parcela, solo había algunas casas sobre la actual Sulling.Hacia 1946, precisamente para una fecha patria, el equipo de Garín enfrentó en un encuentro amistoso a la primera división del club Huracán. El arquero de la liga local era Héctor Di Batista y fue tan brillante su actuación que la institución de Parque Patricios decidió comprar su pase en tres cientos pesos nacionales de esa época. Con ese dinero como parte de pago, la Asociación de Fomento compró a don Ignacio Zabala, la manzana donde posteriormente se realizó la verdadera cancha de Garín. Era la ubicada frente al actual supermercado Coto, donde hoy el municipio administra el anexo del polideportivo.En aquella época el equipo de fútbol formaba con Héctor Di Batista, Luis Constanzo, Marcelino Lanfranchi, Rodolfo Garelli, Domingo Biscaldi, Carlos Díaz, Luis López, Santiago López, Luis Acosta, Pedro Di Batista y “el turco” Mussi (de Los Cardales).Primero el perímetro de la cancha se cerraba con lonas, pero luego se plantaron paraísos y entre cada árbol ligustros, lo que dejó toda la manzana encerrada. En esa época don Francisco Velázquez era el encargado del campo de juego, al cual se lo recuerda como al mejor de la liga pilarense. Don Francisco marcaba las líneas con cal, colocaba las redes en los arcos y si llovía realizaba algunas zanjitas para drenar los charcos. Su mujer, doña Rosa Nieddu lavaba y planchaba (ad honorem) la indumentaria del equipo de Garín, medias, pantalones y camisetas, que después de las primeras verdes de Luis Resio, éstas eran rojas y blancas, color que terminó siendo representativo del conjunto garinense.De la gloriosa época son recordados entre otros jugadores locales el “Gringo” Felche, “Pichi” Sansiñena, Pedro Cepeda, Luis Acosta, Obberdan Rossi, “Cachi” Marín, Alberto Iriondo y los arqueros más destacados fueron entre otros, Osvaldo Cigliutti, Benito Ibarra, Arturo Aguilar, Carlos Cristaldo y Leonardo Tassin. Los árbitros llegaban en tren y eran los enviados por la AFA, tales como Pinciroli o Lamolina (Padre).En la década del cincuenta se popularizaron los campeonatos patrocinados por los diferentes comercios.En 1953, una nueva figura, que se destacaba en esos torneos, pasó a integrar el cuadro de “la fomento”, se trata de Daniel Álvarez, que enseguida, hacia 1954 pasó a formar parte del club Tigre, debutando en la primera división, frente a Boca Juniors, en 1958.Un hecho curioso que se convirtió en anécdota, ocurrió luego de la revolución del año 1955. Detrás del arco que daba a la actual calle José Hernández, vivía la familia Gabasa y a menudo la pelota caía dentro de esa quinta, importunando a los moradores. Ese año se produjo una intervención en la Asociación de Fomento y curiosamente, Gabasa se convirtió en el secretario de Ricardo Bustos, el interventor. En esa posición, Gabasa logró que se cambiara el sentido de la cancha de Garín y colocar los arcos, uno de espaldas a la actual calle Churich y el otro a la avenida Belgrano, donde a menudo caía el balón y había que irlo a buscar.Durante esa época intervencionista, los jugadores migraron hacia otros clubes barriales, decayendo el fútbol federado. Con la llegada de la democracia tres años después, las cosas volvieron a su lugar, tanto los jugadores como así también los arcos.Ya en 1959, con la separación de Escobar de Pilar, Garín integró la liga escobarense de Fútbol, con fuerte desarrollo deportivo por una década más.Hacia los sesenta proliferaron los potreros vecinales y hubo en esa misma década recordados espacios de “papi fútbol”. Uno impulsado por el padre Alberto Perna al costado de la parroquia, sobre Belgrano y la actual Padre Perna. Otro se realizaba en un potrero baldío, también sobre Belgrano entre Sulling y Lamberti, en la misma manzana donde “la fomento” tuvo su primer campo de juego.Luego se reflotaron los campeonatos Evita, y más adelante, con la dictadura de 1976 este deporte, como federado fue decayendo y hacia finales del siglo XX la recordada “Cancha de Garín”, le dio paso al anexo Jorge Lemos, del polideportivo Islas Malvinas.En las fotos, Daniel Alvarez y el equipo completo de la gloriosa época