19 de Junio: 128° Aniversario de Garín

Garín es una ciudad que se fue desarrollando luego del tendido del ferrocarril en 1892. Lleva este nombre a raíz que parte del recorrido de las vías pasan por las que fueron tierras de don Joseph Antonio Garín, un vasco afincado en la zona desde 1750 aproximadamente.Para la conmemoración de la fecha se toma como hito el 19 de junio de 1893, fecha en que don Cecilio Beliera firma la escritura traslativa de las que fueran sus tierras a favor del ferrocarril. Recordemos que en parte de su chacra se emplazó la estación y la playa de maniobras.Sin embargo, la historia de nuestro pueblo es bastante anterior a esa fecha y se remonta a la época de la conquista misma.

Recordemos que después de la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay en 1580, fueron repartidas las tierras que se emplazaban al norte del fuerte. De esta manera la suerte de estancia, así se denominaban, de parte de lo que hoy es escobar, Garín y sobre todo Maquinista Savio, le fue entregada a don Alonso de Escobar.

Poco después el resto de la franja de lo que hoy es Garín le fue cedida a don Francisco Muñoz. A partir de ahí se fueron generando diferentes ventas y sucesiones hasta llegar al siglo XVIII en que nuestra localidad estuvo ocupada por tres grandes franjas de tierras. Una lo que va desde la actual panamericana hasta la calle Lamberti y desde el arroyo Escobar hasta el arroyo claro pertenecía al capitán don Simón Pacheco, luego heredadas por su yerno don Joseph Antonio Garín.

Otra gran franja que iba desde donde hoy pasan las vías del ferrocarril, hasta los confines de Del Viso y Tortuguitas, unas 4.000 hectáreas eran de don Juan Beliera obtenidas por sucesivas compras. Y entre medio de ambos las tierras de la familia Díaz, en parte heredadas por don Fructuoso Díaz.La localidad se fue conformando con el paso del ferrocarril, primero alrededor del boulevard, con la instalación de varios almacenes como los de Cafferata, Palacín, Peyrano, Portillo, Cayetano Bourdet y otros, la talabartería de Sanza, la herrería de Pérez, posteriormente el matadero y carnicería de los hermanos Cigliutti, entre otros comercios. La primera panadería la puso don Pablo Lamberti en 1910 y se llamó del Centenario.En cuanto a la educación, con el ferrocarril también llegó la escuela, que comenzó a funcionar en 1898 en el local de Lamberti que hoy ocupa loa escuela científica Basilio, junto a la fomento. Fue su primer maestro don Guillermo Vandewinkel y su esposa, doña Catalina Amadeo.

Las primeras venta de terrenos se generaron también alrededor de la estación y fueron los Beliera los vendedores. El primer gran remate de parte de una franja que va entre la cortada Dupuy y la Panamericana, dejando el espacio para la plaza, la iglesia y la escuela la realizó don Luis Manzone en 1907.Como datos de fechas el 15 de octubre de 1911 se inauguró el templo de Santa Teresa, actual parroquia, fueron sus padrinos don Luis María Cafferata y Teresa de Pierro de Manzone.

La fomento en 1921 siendo su primer presidente el doctor Luis Resio, la Biblioteca Juan Bautista Alberdi el 9 de Julio de 1929, creada por la maestra Ana María Ladieux.Cabe destacar que los primeros teléfonos funcionaron desde 1921 y la luz eléctrica llegó diez años después en 1931.La plaza se inauguró en 1944, el primer pavimento fue el de la calle Belgrano en 1954, la escuela 13 de Pilar, que luego fue cinco de Escobar, comenzó a funcionar frente a la plaza en 1949.Hasta 1959 en que se produjo la separación de escobar de Pilar, Garín contaba solo con un solo establecimiento educativo. Hoy hay alrededor de cuarenta Escuelas de todos los niveles. En 1961 se estableció la planta Ford como primera industria, una parte de esa empresa está emplazada en Garín, hoy hay más de cien fábricas y empresas distintas. Cabe señalar también que de un puñado de comercios hacia 1959 hoy Garín cuenta con más de dos mil negocios de todo tipo distribuidos tanto en el centro como en sus veintitrés Barrios.En definitiva y a grandes rasgos esa es la historia de Garín, un pueblo que comenzó con las primeras economías de hornos de ladrillos, tamberos floricultores y que generó un importante desarrollo de una comunidad pujante y de progreso. Un pueblo que empezó a gestarse desde la época de la conquista misma.

En la foto de portada la estación década del cuarenta. La segunda, la inauguración de la parroquia en 1915. La tercera el almacén de Cafferata. La cuarta la escuela 13 en la hoy cortada Dupuy.

Historia de una familia: Don Joseph Antonio Garín

La ciudad de Garín se levantó totalmente sobre tierras de los Beliera, de los Díaz y de los Garín.
Quien fuera periodista local e ilustre vecino, don Osvaldo Cigliutti, señalaba que el nombre de Garín deviene a raíz de un antiguo personaje que llevaba ese apellido y que vivía en una tapera a orillas de un arroyo que los lugareños llamaban arroyo de Garín. A raíz de esto, según se especulaba, posteriormente las autoridades del ferrocarril le habrían puesto ese nombre a la estación, por la proximidad de la parada con ese riacho.
En el libro “Significado de la nomenclatura de las estaciones ferroviarias de la República Argentina” de Enrique Udaondo, se indica escuetamente que el nombre de la estación fue impuesto a raíz de que parte de las tierras por donde atravesaba el tendido ferroviario pertenecía a los herederos de don José Antonio Garín. En realidad la estación anteriormente se conocía como Parada Kilómetro 44 y la primera población comenzó a desarrollarse en torno a la misma, luego que los propietarios comenzaran a lotear y vender esas fracciones. La fecha fundacional de Garín es de alguna manera simbólica. La ley imponía la confiscación de las tierras por donde pasaba la traza y donde se levantaban las paradas ferroviarias. Los Beliera, en cuyas tierras se ubica la estación, firmaron la escritura traslativa a nombre de las autoridades del ferrocarril, el 19 de Junio de 1893. De esta manera Ramón Cecilio Beliera y hermanos se enajenaron de esos terrenos, en favor del ferrocarril. ¿Pero a quién nos referimos con el apellido Garín? Don Joseph Antonio Garín se casó con Francisca Javiera Pacheco y se estableció en las tierras que le correspondieron a su mujer. Según algunos historiadores localistas, podría ser descendiente de una rama chilena de los Garín. Más precisamente, de familias emigradas a la zona de San Luis en nuestro territorio. Así para algunos podría ser hijo de Fernando Garín Azpeitia, natural de San Luis, y de Isabel de Cárdenas, natural de Buenos Aires; pero se desconoce si hubo descendencia de éstos. Lo más probable es que haya llegado de España, siendo vasco de origen. Se supone que nació en Guipuzcoa en 1717 y murió en el virreinato del Río de la Plata (en ese entonces Gobernación) en 1783, a los 66 años. Era de condición culta y ostentaba el título de Capitán. Garín se casó como decíamos con Francisca Javiera Pacheco, hija del Cabo de Escuadra don Simón Pacheco y de doña Juana Gil. Según los fragmentados documentos encontrados, tuvieron tres hijos, Victoria Josefa, Agueda (1764) y Manuel Facundo Garín. A estos sumaron dos de un matrimonio anterior de Francisca, Juana Elena y María Tomasa Velázquez.
Francisca heredó de sus padres 800 varas de tierra con frente a la cañada de Escobar por legua y media de fondo sobre el arroyo Claro. De la totalidad de esa estancia, correspondían 500 varas por “legítima paterna” y 300 varas por “legítima materna”, más todos los bienes correspondientes a Juana Gil que se repartieron entre Francisca Pacheco y segundos hermanos de matrimonios anteriores por parte de la madre. Sin embargo, de esas 300 varas, solo le fueron entregadas 160, por lo que Don Joseph Antonio Garín en su legitimidad marital, abrió un juicio contra el albacea testamentario, Francisco Pérez, por las irregularidades incurridas y para que se vuelva atrás con lo actuado administrativamente, cuyas fojas se encuentran en el Archivo General de la Nación y llevan el Sello Tercero de los Reales años de 1745 y 46, el cual está firmado por el propio Garín siendo éste el único documento que se conoce del primer Garín en estas tierras.
El mismo comienza diciendo: “El Capitán don Joseph Antonio Garín, marido y conjunta persona de doña Francisca Javiera Pacheco, en auto sobre el artículo de nulidad…” En resumidas cuentas y para abreviar lo transcripto en varias fojas, don Joseph Antonio Garín, solicita que se anulen las actuaciones del Juez Comisionado José Matías de Toro por haber sido nombrado por el albacea Francisco Pérez a su conveniencia, agregando que Toro arrastra varias causas administrativas en su contra. También entre otras cosas, abunda el documento en que, si bien la parte interesada había nombrado tres tasadores, siendo ellos Antonio Olivares, Lázaro Benavides y la hija de doña María Moreno (Nieta de un primer matrimonio de Juana Gil), el comisionado Toro nombró un tasador de oficio y otro puso Francisco Pérez, siendo éste de apellido López Camelo. “Es innegable que los tasadores deben ser nombrados por los interesados y no por el Juez” dice una frase de la presentación. Por último, se pide la nulidad en el reparto de los bienes debido a que en las actuaciones del Juez José de Toro se deja constancia que en la distribución de los mismos estaba presente doña Francisca Pacheco, poniendo para ello como testigo a un tal Luis del Río, pero en realidad la esposa de Garín no estuvo presente en esa instancia y la adjudicación perjudicó a este matrimonio. Al final, el documento termina diciendo: “A vuestra señoría pido y suplico se sirva proveer y mandar como lo llevo expresado por ser conforme a la justicia que pido y para ello juro lo necesario” y posteriormente aparece la firma de don Joseph Antonio Garín. No se conoce el fallo del Juez respecto del reclamo de Garín, pero podemos determinar a ciencia cierta que la franja de tierras perteneciente al matrimonio Garín se ubicaba, metros más metros menos, con frente en el arroyo Escobar, corriendo entre la actual ruta Panamericana y las calles José Hernández en Maquinista Savio y su continuación Pablo Lamberti, en Garín, cruzando las vías y atravesando parte de los parques industriales teniendo por fondo el arroyo Claro, o bien la actual calle Cons-tituyentes. Por el oeste tenía como límite las chacras de don Juan Beliera y de los Díaz; y por el este la de Lázaro Benavidez. En realidad el ferrocarril atraviesa estas tierras de manera algo transversal a lo largo de poco más de dos kilómetros, pero quedando totalmente fuera la estación.
Toda esa parcela fue heredada por los tres hijos del matrimonio de Garín-Pacheco y por las otras dos que eran del primer matrimonio de Francisca. Luego heredaron los nietos, sobretodo Juana Francisca Epitacia y Mariano Garín, los siguientes tenedores de la mayor cantidad de tierras de la familia.
No quedan muchos apellidos Garín en la zona, los actuales son herederos del único varón del matrimonio original, Manuel Facundo Garín, que se casó con María Francisca Aguilar y en 1781 tuvieron la primera hija, Epitacia y en 1782 nació Mariano Garín. De Epitacia desciende una rama de los actuales Gaitán, mientras que Mariano Garín tuvo dos hijos, Manuel Encarnación y José Demetrio, de quienes perduró el apellido en algún Garín actual. Las demás hijas se fueron entroncando con otras familias. Agueda Garín contrajo enlace con Alejandro Parra, que en 1793 tuvo un hijo, Victoriano, de quien no quedó demasiada descendencia.
Victoria Josefa se casó con Pablo Gaitán, tuvieron dos hijos que fallecieron antes que Victoria, y se desconoce si tuvo otra descendencia. En un docu-mento encontrado en el Archivo General de la Nación fechado el 12 de enero de 1795, un certificado de defunción acredita la unión de los Garín con los Gaitán. El mismo fue expedido por el vicario de la parroquia del Pilar a la hija de José Antonio Garín, doña Victoria Josefa y dice lo siguiente: “Certifico yo el Cura y Vicario de la Parroquia del Pilar Infra escrito en efecto puedo y ha lugar de derecho ser verdad que se hayan sepultados en esta dicha Parroquia Mariano Gaitán, y Narciso Gaitan hermanos e hijos legítimos de Don Pablo Gaitan ya finado, y Doña Victoria Garín, y a beneficios de esta para los efectos que la puedan convenir con la presente en 12 de Enero de 95”. (AGN-Sala 9-41-3-3- G17 Exp. 7). Esta constancia está firmada por el presbítero Don Luis Antonio de Tagle.
Estos documentos presentados, materializan y desmitifican a la figura más emblemática y menos conocida de esta ciudad. La familia del capitán don Joseph Antonio Garín poseyó una importante cantidad de tierra, la mayor parte de ella situada en esta localidad y ésta lleva su nombre claramente debido a que el tren circula en buena parte por esos terrenos. El arroyo, antes llamado Los Arenales, atraviesa por un kilómetro aproximadamente por las tierras de la misma familia, por lo que casi al mismo tiempo que la estación, ese curso de agua tomó el nombre de los propietarios de ese sector de la aguada: el arroyo de Garín. Abajo, la firma de don Joseph Antonio Garín.

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