El fallecimiento de don francisco Enrique Ciarliero. Historia de una reconocida familia

El fallecimiento de don Francisco Enrique Ciarliero, consternó a toda la comunidad garinense. A sus casi 97 años, nos dejó, el que se considera toda una institución local.

De familia arraigada en Garín, su labor siempre estuvo relacionada con la floricultura, que sus antepasados comenzaron a cultivar en esta localidad hacia 1911. Tanguero por excelencia, parlanchín como pocos, departía largas conversaciones con vecinos de antes y de ahora, quienes amaban hacerlo por el gran conocimiento en muchos temas que don Francisco tenía.

Sus encuentros en cada esquina fueron interminables. Conocedor como pocos, de cada rincón de nuestro pueblo, casado con una docente icónica, Gricelda Romagnoli, su familia estuvo arraigada desde los primeros años del crecimiento de Garín.

Los primeros floricultores: los Ciarliero

Vietri di Potenza en la región de Basilicata es un pequeño pueblo de montaña que hoy cuenta con solo unos tres mil habitantes. De allí eran los Ciarliero.

A finales del siglo XIX y comenzando el XX, Francesco Ciarliero, decidió emigrar a la Argentina, trayendo consigo a su mujer, Angela Iaquinta ,su madre y su hermana María Teresa.

La primera idea fue buscar horizontes en Estados Unidos, pero en razón que su padre tuvo un accidente fatídico en ese país, decidieron que Buenos Aires, dónde había algunos parientes era mejor opción.

Se instalaron en el barrio de Balvanera. Allí nació el primer hijo, Antonio. Por diversas razones emprendieron más de un viaje a Italia, donde nació el segundo hijo, Vicente, pero luego regresaron y se instalaron definitivamente en la Capital. Sus hijos varones se educaban en el colegio religioso San José. Aquí nacieron otros tres hijos, Nicolás, María y Adelina. Enseguida se mudaron al barrio La Paternal, precisamente en Garmendia 4883.

Don Francisco (Francesco) se dedicó a vender flores en el cementerio de La Chacarita. Su espíritu era tan inquieto que vio el negocio en producir él mismo el producto y en 1911 decidió comprar una parcela en Garín, por lo que hoy es la calle Beliera (antes Independencia), camino a Maquinista Savio, casi contra el arroyo, en la zona del barrio Vedoya. Enseguida comenzó a producir. Los Ciarliero son considerados los primeros productores de flor de corte en Garín.

En principio, Francesco viajaba con sus hijos mayores a Garín para trabajar en la tierra, sin embargo con el tiempo se instalaron definitivamente en este pueblo, en una gran casona que habían construido y de la cual hoy queda en pie una parte. El establecimiento funcionó hasta 1951. El hombre se jubiló y cada uno de los hijos se había casado e hicieron su vida propia que en general estuvo relacionada con la flor. Finalmente, el matrimonio se instaló nuevamente en La Paternal, donde ambos transcurrieron la última parte de sus vidas.

Antonio Ciarliero fue el primer presidente de la Cooperativa de Floricultores creada en 1942, que diera gran impulso al mercado de flores de la calle Corrientes. Se casó con Elena Salatino el 24 de mayo de 1926 y tuvieron dos hijos, Francisco Enrique y Vicente Alfredo. El primero contrajo enlace con Gricelda Romagnoli con quien tuvo dos descendientes, Cristina y Conrado. Por su parte Vicente Alfredo se casó con Marta López y tuvieron una hija Carina.

Antonio comenzó con producción propia por la zona del barrio La Madrugada hacia 1931. Luego se instaló en una franja por lo que hoy son las calles Presidente Perón y Soldado Dechiara y finalmente en la calle Peyrano, por donde hoy vive don Francisco Enrique.

El segundo, Vicente, se dedicó a la importación de orquídeas y otras especies. Con su mujer, Tita, tuvieron tres hijos, Vicente, Angela y Carlos. Con el fallecimiento de su esposa, Vicente volvió a contraer matrimonio.

Nicolás se casó con Amalia Marsella y tuvieron tres descendientes, Jorge, Nicolás y Teresita. Antes de nacer la última, se habían ido a vivir a Buenos Aires, conservando la actividad de la venta de flores. Finalmente regresaron a Garín y se instalaron en la vieja casona, en ese tiempo deshabitada, pero luego compraron tierras linderas con Antonio y generaron otro vivero.

Sin embargo con el tiempo regresan con toda la familia a la capital donde abrió una florería en el barrio de Saavedra.

María se casó con Armando Garibotti y tuvieron dos hijas, María Cristina y Graciela. Por último, Adelina contrajo nupcias con Antonio García y tuvieron dos hijos, Beatriz y Norberto.

Agradecemos la colaboración de Cristina Ciarliero, María Cristina Ciarliero, Carina Ciarliero, Conrado Ciarliero.

En las fotos vemos, parte de la vieja casona que aún está en pie. La casa de la calle Peirano; junto al automóvil, Armando Garibotti y María Ciarliero y parte de la familia, junto a la tranquera, Amalia Marsella, María Ciarliero (derecha), Cristina y Teresita la más pequeña. Subidas a la tranquera en una foto de 1939, izquierda María Ciarliero y derecha Adelina Ciarliero. Con el tanque australiano y el molino al fondo, de izq a derech. Armando Garibotti, Nicolás Ciarliero y los hijos del último, Nicolás y Jorge. En la grupal familiar Antonio Ciarliero, Elena Salatino y sus hijos Vicente Alfredo y Francisco Enrique. La más oscura, ambos abrigados, sonriendo y con escarapela Elena y Antonio.

Las otras fotografías integrantes de las mismas familias en trabajos de quinta.