La Empresa Sanitarios Vázquez e hijos de Garín, instaló una bomba centrífuga sumergible en el predio que el club Boca Juniors tiene en la zona de Ezeiza. La misma está destinada al riego de futuras canchas, para el llenado de piscinas y el abastecimiento de agua potable para baños y servicios.

Matías Vázquez, al respecto nos indicaba que “se trata de la colocación de una bomba centrífuga sumergible de siete caballos con una perforación de 115 milímetros de diámetro y a 58 metros de profundidad, con encamisado reforzado, filtros y un caudal de agua cristalina y potable de 25.000 litros por hora, un trabajo hermoso, en una zona con buena agua y un predio increible”.
El comercio, ubicado en Presidente Perón y Libertad, en Garín, cumple 38 años al servicio de la comunidad con todo el abastecimiento de productos para agua y gas. Sin embargo, don Alfredo Vázquez se dedicó a las perforaciones y reparaciones de molinos y motores desde hace más de setenta años. Aún más, Servando Vázquez, el pionero tuvo un taller mecánico ahí por Cigliutti y Centenario, también en Garín, por allá recién comenzado el siglo veinte.
A continuación la historia de la familia Vázquez, emparentados con los Farías y los Caero:
Los Caero – Farías – Vázquez
Mario Caero, italiano está casado con Graciela Farías. El, de reconocidos inmigrantes italianos y ella, de antiguas familias arraigadas en Garín.
Por un lado, el matrimonio de Antonio Caero y Adelina Covello, llegó de Cosenza, Italia en el vapor Corrientes, el 14 de diciembre de 1950.
Enseguida alquilaron una pequeña casa en Beccar y hacia 1953 se radicaron en Garín.
Tuvieron nueve hijos, cinco italianos, Vicente, Ida, Mario, José y pedro y cuatro en Argentina, Eva, Dora, Juan Carlos y Jorge.
Antonio trabajó como empleado de la municipalidad de San Isidro, como personal de mantenimiento de plazas y jardines.
De los hermanos, Mario y Vicente fueron reconocidos carpinteros garinenses.
Por su parte, la mamá de Graciela Farías, María Inés Vázquez es hija de inmigrantes españoles, de la localidad de Pontevedra. El matrimonio de Robustiana Mosteiro (20/11/1885 – 06/03/1971) y Servando Vázquez (06/05/1879 – 14/12/1963) llegó al país hacia el año 1900 y se establecieron en la ciudad de Buenos Aires. Allí nacieron Raúl, María Esther y Sara.
Posteriormente, en 1914, la familia se radicó en Garín, Centenario al 3100 donde construyeron su casa, la que aún se mantiene en pie. Aquí nacieron Alfredo (8de mayo de 1918) y María Inés (20 de noviembre de 1922).

Servando se dedicó a la mecánica montando un taller en su propiedad.

Alfredo Vázquez se dedicó a la mecánica y a la perforación para la extracción del agua y la colocación y el mantenimiento de bombas. Se casó con María Angélica Podestá y tuvieron un hijo, Rubén.

Los Farías son recordados sobre todo por el viejo almacén y porque uno de los integrantes de esta familia que fue uno de los primeros policías locales.
Marcelino Nicolás Farías (6/12/1912 – 12/05/1993), era de Ingeniero Maschwitz. Al terminar el servicio militar, comenzó a trabajar en el reparto del almacén de ramos generales de don Cayetano Bourdet.
Hacia le década de 1930 puso un bar, restaurante cancha de bochas en un predio alquilado a la familia Cilento, en el boulevard de la estación 1185, solar que terminó comprando en 1966.
El 26 de abril de 1947, se casó con María Inés Vázquez, momento al que le agregaron al comercio un pequeño almacén, en la esquina de lo que hoy es la ferretería La Fe, en el boulevard y Rivadavia.
Hacia 1958, Marcelino solo se quedó trabajando con el almacén el cual después de más de cincuenta años de servicio fue dado de baja hacia febrero de 1981.
De la unión de Marcelino y María Inés, nació Graciela.
Por otra parte el hermano de aquel, Valentín Farías fue uno de los primeros uniformados que recorrió las calles de Garín.
En las fotos vemos a don Alfredo Vázquez, una perforación de los años sesenta en el club Miraflores de Garín, un mapa antiguo donde se ubicaba el taller de Servando Vázquez, y dos imágenes de la perforación en el predio de Boca.